Sobre 2.000 metros cuadrados, en el pabellón A del reconvertido como Palacio del hielo’, luce desde hace unos días y hasta después de Reyes el belén más grande que puede verse en Extremadura y uno de los más impresionantes de toda Europa. Su creador es José María Sanfélix, un confeso enamorado del belenismo desde muy pequeño que ha tenido la osadía de montar una representación con más de 5.000 figuras y 17.000 piezas. No es la primera vez que lo hace, aunque reconoce que es una de las ocasiones que tiene más espacio para montar uno así.

No es un belén cualquiera, sino posiblemente el más extremeño de cuantos pueda visitarse durante estos días en la región. Sanfélix, natural de Arroyo de San Serván, conserva un cariño especial por Almendralejo y por ello ha querido que su belén contenga algunos guiños a la capital de Tierra de Barros. Si nos adentramos en su corazón, podremos ver una recreación del santuario de la Piedad, un edificio que simula al antiguo ayuntamiento o una zona muy emblemática como es la recreación de la rotonda del toro que ha significado a la ciudad en las últimas fechas.

Sanfélix conserva también piezas del pasado que ha querido aprovechar para esta representación. Cerca del santuario de la Piedad observamos en un cerro alto el castillo de Feria. No pasa desapercibido tampoco la puerta más emblemática de la muralla histórica de Badajoz como es puerta Palma. Y posiblemente otro de los más sorprendentes es el puente de Alcántara atravesado por figuras y de una confección artística que impresiona.

Para divertir a los niños, Sanfélix ha completado su representación con animales de verdad. Gallos, gallinas y distintas variedades de aves para darle algo de vida a un belén que no pasa desapercibido. Dentro del mismo aparece una mezcla intensa de culturas, ya que el amor por el belenismo de Sanfélix le ha llevado a introducir figuras y elementos de belenes procedentes de India, Japón o Perú entre otros países. Su creador conserva hasta cien de otras partes del mundo. Es una experiencia no vista antes en Almendralejo y que no deja indiferente a nadie.