TAtprovechamos la difusión que tiene esta columna no solo en el soporte material del papel sino también en el informático, vía satélite, de internet, para agradecer los comentarios de nuestros lectores, favorables unos, "críticos", otros, que recibimos cada semana. Y queremos hoy facilitar a cuantos montan en sus hogares el Nacimiento, pesebre o belén, esta sencilla bendición del mismo: "Reunida la familia ante el Nacimiento, dirige la celebración el padre, la madre o alguna otra persona significativa diciendo: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Los asistentes responden. Amén. El que preside, continúa: Durante estos días contemplaremos asiduamente en nuestro hogar este pesebre y meditaremos el gran amor del Hijo de Dios, que ha querido habitar entre nosotros. Pidamos, pues, a Dios que el pesebre que hemos colocado con cariño en nuestra casa avive en nosotros la fe cristiana y nos ayude a celebrar más intensamente estas fiestas de Navidad. Que Dios, nuestro Padre, nos enseñe a ser más solidarios con nuestros hermanos necesitados en los que está presente cada día el mismo Jesús que nació pobre en Belén" A continuación se puede leer el Evangelio según san Lucas (vv.4-7 del cap.2). Luego los presentes hacen sus peticiones espontáneas y termina el que preside diciendo: "Dios, Padre nuestro, dígnate bendecir este Nacimiento y bendícenos también a nosotros aquí presentes, para que las imágenes de este belén nos ayuden a profundizar nuestra fe y a ser más solidarios con los hermanos que más nos necesiten. Por Cristo, el Señor". Amén.