En la jornada de este miércoles, la biblioteca municipal Marcos Suárez Murillo, situada en el centro cultural San Antonio, ha vuelto a cerrar sus puertas para preservar la seguridad de sus usuarios y trabajadores por la aparición de fisuras en la cubierta que dan fe del grave deterioro que arrastra el techado de la sala de estudios. En concreto, han aparecido fisuras en la cornisa, motivo por el que el ayuntamiento, de inmediato, ha declarado su cierre.

No es la primera vez que ocurre esto en Almendralejo. De hecho, han sido ya hasta cuatro las ocasiones en las que se ha tenido que clausurar la biblioteca municipal por los antiguos problemas de su cubierta. Según han informado desde el ayuntamiento, la cubierta de la biblioteca cuenta con «importantes y antiguas grietas que desde el servicio de Urbanismo van a estudiar en los próximos días para determinar cómo se está comportando la estructura y el riesgo real de mantener abierto este servicio con las máximas garantías».

De momento, la biblioteca ha cerrado y desde el consistorio están estudiando cuáles son las posibles alternativas para habilitar a los usuarios una sala de estudio y lectura lo antes posible.

Antecedentes/ En esta ocasión, las grietas han aparecido en la sala de estudios, aunque años atrás ya habían aparecido en otros espacios. De hecho, el equipo de gobierno actual anunció el pasado octubre que sacaría a licitación por el procedimiento de urgencia la obra para el arreglo de parte de la cubierta del centro San Antonio que todavía causaba filtraciones de agua en una zona de la sala de exposiciones, ubicada en la parte alta del inmueble.

Los problemas vienen de más atrás. El principal susto se produjo en el año 2011 cuando se desplomó el techo de la sala infantil de la biblioteca, hecho que no acabó en tragedia al producirse en fin de semana.

Hace más de cuatro años, a mediados de 2016, se cayó una de las vigas cerchas que está situada justo en la sala de exposiciones. El anterior equipo de gobierno encargó entonces un estudio técnico para evaluar el estado de la cubierta al completo. El informe dictaminó que la cubierta presentaba hasta seis zonas con diferentes deficiencias, todas relativas a los puntos de apoyo en las vigas que sujetan el techo del edificio. El proyecto se llevó a cabo para el arreglo de las vigas, pero quedó pendiente una pequeña obra que es la que se aprobó hacer por urgencias el pasado año.