Dada su cercanía con el Museo del Vino, a escasos diez metros, son fácilmente combinables ambas visitas. La plaza de toros es Bien de Interés Cultural, pero una de sus curiosidades reside en que bajo su graderío esconde una bodega con capacidad para 750.000 litros de vino. La idea, que data de 1942, fue del bodeguero Alfonso Iglesias.