Una de las bodegas más carismáticas de las últimas décadas, Viña Extremeña (Viniexsa), afincada en Almendralejo y que ha producido vinos afamados como Monasterio de Tentudía o Corte Real, se encuentra al borde del cierre debido a la mala situación económica que atraviesa desde hace ya algunos años y que se ha ido agravando en los últimos meses hasta el punto de haber despedido recientemente a los 17 trabajadores que hacían sus funciones en la bodega hasta hace poco.

Fuentes de la propia sociedad han confirmado a este periódico que el cierre no es oficial y, de momento, se limitan a señalar que «no existe actividad». Desde Viña Extremeña están pendientes de algunos movimientos salvadores que pudieran llegar de manera externa, como la posibilidad de que algún grupo se interesara por la empresa para reactivarla, aunque la delicada situación económica no invita al optimismo. El exceso de personal en épocas de bonanza y la bajada agresiva de las facturaciones en las últimas fechas, unido a las deudas contraídas con Hacienda, han llevado a la bodega a una situación de estrangulamiento económico. El pasado año, la sociedad ya tuvo que aplicar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). H