Coincidiendo con el inicio de diciembre y a las puertas de la Navidad son muchos los vecinos que esperan la llegada de los calendarios fotográficos de Aprosuba-2, algo que se ha convertido en toda una tradición. Es considerado como un vehículo para cambiar los conceptos o ideas que los estereotipos tienen sobre las personas con discapacidad intelectual, mostrando al mismo tiempo sus aptitudes, capacidades y presencia en los diferentes círculos sociales.

Este año Aprosuba-2 ha querido homenajear en su calendario a aquellas asociaciones amigas que también orientan sus servicios a ayudar a otras personas. En cada mes aparece un colectivo, algo que el presidente de Plena Inclusión, Miguel Ortega, tildaba como «una manera de mostrar que no estamos solos en este camino». Aparecen asociaciones como la oncológica de Tierra de Baros, el colectivo de enfermedades raras, de familiares de párkinson, de fibromialgia, del Sindrome de Rett, de rehabilitados por juegos de azar, de alzhéimer, adafema o alrex, entre otros.

«Llevamos diez años realizando este calendario con mucho cariño. Siempre nos gusta innovar y este año queríamos que aparecieran otros movimientos asociativos para que se sientan parte del proyecto», decía la presidenta de Aprosuba-2, Inés Castañón. Han sido editados 1.500 calendarios que se venderán a cuatro euros cada uno. La recaudación sirve para que a la asociación pueda poner en marcha nuevas actividades de cara al 2017. También se han elaborado 250 agendas que se venden a seis euros. Ambos objetos pueden comprarse en la sede de Aprosuba.

El colectivo aprovechó la oportunidad para presentar una revista especial editada por el 40 aniversario. En ella se relatan historias, experiencias y vivencias tanto de los presidentes como de familiares y trabajadoras que han pasado por Aprosuba en estas cuatro décadas. Se han editado 1.000 ejemplares que serán repartidos por familiares y profesionales.