El campamento de acogida de temporeros del parque de Santiago no tiene fecha de finalización, según fuentes de la Consejería de Bienestar Social de la Junta de Extremadura. La idea es que el asentamiento esté funcionando hasta que la demanda desaparezca y no haya extranjeros que ocupen las tiendas del centro de acogida temporal.

Esta versión de la Junta de no tener una fecha para clausurar el campamento no coincide con la de Cruz Roja, la ONG que está llevando a cabo los trabajos de atención del asentamiento. Según explicó Carlos Macías, responsable del centro de acogida, "el contrato con la Junta acaba el 15 de noviembre. Ese día, si no hay noticias, nos iremos de Almendralejo". Macías reconoció que si se pretende ampliar el tiempo de funcionamiento del asentamiento habrá que negociarlo con la Junta.

Esta postura la refrenda el hecho de que los contratos de los trabajadores que se reunieron expresamente para este proyecto acaban el 15 de noviembre, aunque en algunos casos se está negociando su ampliación hasta finales del mes de diciembre.

ESTADO ACTUAL En estos momentos, en el campamento para temporeros pernoctan unas 280 personas, de las cuales 254 están censadas por Cruz Roja. Todos son rumanos menos un español, tres portugueses y otros tantos búlgaros, rusos y ucranianos. Hay seis niños, el más pequeño de sólo diez días.

El viernes se instalaron dos carpas nuevas con capacidad para 26 personas y Cruz Roja ha enviado desde el cuartel de Bótoa 3.000 kilos de comida entre cajas de leche y paquetes de galletas.