Estimular el recuerdo y aumentar la autoestima. Esto es lo que pretende la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer Tierra de Barros mediante nuevos talleres basados en los sentidos, en este caso aplicados a objetos relacionados con el mundo taurino. El colectivo quiere cambiar algunos de los talleres que emplean por otros de carácter temático y que sean inusuales entre los enfermos de alzhéimer.

El novillero Curro Damián, los becerristas Emilio Salamanca e Isidro Naharro y el picador César Calero ejercieron en la mañana de ayer como monitores y "llevar su mundo" a los enfermos de alzhéimer. Así, les enseñaron el material que utilizan durante un festejo taurino, desde la espada al traje de luces y la capa para el paseíllo. Incluso les dejaron ponerse la montera y alguno de los monitores, como Emilio Salamanca, se atrevió a torear un poco.

La iniciativa partió de una de las monitoras en prácticas de la asociación. Según explicó la terapeuta ocupacional, María José Sánchez, les parece buena idea, porque ya lo hicieron otra vez con otro taller sobre medioambiente y el resultado fue bueno. "Vino la técnico medioambiental y les explicó, mediante diapositivas, los tipos de plantas y el proceso de la vendimia, y a ellos les gustó. En cuanto a los toros, a los mayores les gusta y les hace recordar", señaló.

Pasodobles

Según Sánchez, con este tipo de terapias los enfermos de alzhéimer aumentan la autoestima y el nivel de satisfacción, y mejoran el contacto con el grupo a través de los utensilios físicos del mundo del toro, con fotos o con los pasodobles de un festejo taurino. "Mejoran a nivel cognitivo, porque les hace recordar, y a nivel social, porque estimulan la conversación con el grupo y con personas ajenas a su entorno habitual, en este caso los toreros", señaló. Aseguran que el resultado es muy satisfactorio y que seguirán haciéndolo con temas que les guste a los mayores.