La magia de la Navidad tiene siempre su culmen con la llegada de los Reyes Magos. Y en Almendralejo, este año, se ha vivido de una manera muy emocionante. Primero porque los niños han podido disfrutar de sus majestades muy cerca. Se han fotografiado con ellos, pidieron sus deseos en la entrega de cartas y disfrutaron de un desfile multicolor que se convirtió en una de las grandes cabalgatas de la región la tarde del 5 de enero. Ni el frío, ni el viento ni la lluvia pudieron con la ilusión de miles de ellos. Ni con la de sus padres, que casi lo disfrutan más. Es un momento único donde se olvidan los problemas, se saca del cajón la mejor de las sonrisas y sólo se disfruta de la magia de un día señalado en el calendario.

Almendralejo vibró con la cabalgata más multitudinaria de los últimos tiempos. 34 carrozas desfilaron por las vías más transitadas de la ciudad hasta llegar al palacio del Vino. Hacía frío. Mucho. Pero, ¿y qué? pensaban muchos niños. Disfraces bien abrigados, música de última moda en todos los remolques y bailar, que bailando se quita el frío, como dirían los amigos de Abasal. Durante todo el día amenazó con lluvia. Bueno, se puede decir que durante todo el día llovió de lo lindo. Pero casi por arte de magia fue dar las cinco de la tarde y el cielo empezó a despejarse. Y a desfilar.

Carrozas para todos los gustos, pero sobre todo un tema principal: los dibujos animados. Curiosa la compuesta por cocineros y cocineras de Ratatouille, con un gigantesco ratón que recordaba al personaje en cuestión. Extravagentes y divertidos los que vistieron de los 101 Dálmatas. Pocos, pero ruidosos. No faltaron los clásicos como Los Pitufos, los duendes, Mickey o Alicia en el País de las Maravillas. Hubo un conjunto de imitadores de Chaplin y hasta la carroza del Gordo de la Lotería. Con el calvo del Gordo, por supuesto. Tampoco faltó la carroza de Papa Noel. Aunque su noche es la del 24, últimamente también se apunta a la del 5. Sumar regalos nunca está de más. Payasetes, malabaristas y hasta un nutrido grupo de flamencos que se curraron la carroza cuidando el más mínimo detalle. Chapeau por ellos. Lo dicho, para todos los gustos.

Ha sido el año de mayor número de participantes. Colegios, asociaciones y diversas entidades apostaron por su carroza, que además tenían la gratificación de una subida de 100 euros en la subvención municipal. Qué nunca viene mal. Encabezaron la cabalgata, como es habitual, los gigantes y cabezudos de La Merced. El público agradeció que la avenida de la Paz, la principal arteria de la ciudad, quedará vacía de coches para disfrute de los presentes. Los Reyes, algo más discretos, pero con numerosos pajes a sus pies. Ya saben, todos quieren estar cerca de los protagonistas. Mención especial para las fuerzas del orden y la seguridad. El dispositivo especial coordinado entre policía local y protección civil estuvo a la altura. Se pidió máxima precaución y, afortunadamente, todo salió bien. Sin ningún incidente.

Se repartieron 2.800 kilos por todo el recorrido. La cabalgata se cerró, como es costumbre, con una quema de fuegos artificiales. Un año más, Almendralejo, ha vuelto a romper registros. La cabalgata sigue creciendo año tras año. Pese al mal tiempo.