Multitudinario adiós fue el que recibió ayer el joven José María Ramírez Barrio, hijo del alcalde, fallecido el martes como consecuencia de un ataque de epilepsia. El féretro fue portado hasta la iglesia de la Purificación a hombros por sus amigos, que en todo momento quisieron estar junto a él. Las muestras de condolencia a la familia no cesaron desde que se conoció la trágica noticia.

El alcalde José María Ramírez, que se encontraba en Italia, viajó directamente hasta el aeropuerto de Talavera para llegar de madrugada a la capilla ardiente que estaba instalada en el tanatorio de la localidad. Desde ese instante los compañeros de corporación, amigos y familiares estuvieron acompañándole a él, a su mujer y resto de familiares en esos difíciles momentos.

También fueron constantes las visitas de políticos y de representantes los más diversos colectivos, tanto de la localidad como de la región. Las muestras de condolencia continuaron durante el funeral con la presencia de prácticamente la totalidad de consejeros de la Junta, directores generales y miembros de otras instituciones.

Los alcaldes de un importante número de poblaciones de la comarca, así como el de Badajoz y el de la villa hermana de A Rúa y el de Petín también expresaron su pesar a la familia.