La fractura de una de las vigas que sujeta la cubierta del edificio del centro cultural San Antonio ha provocado el cierre provisional del espacio en el que se ubica la biblioteca municipal por cuestiones de seguridad. El servicio se trasladará durante las dos próximas semanas a la sala de lectura del centro cívico, situado en la calle Mérida, aunque se espera que se vuelva pronto a la normalidad. Esa ha sido la decisión tomada por el equipo de gobierno tras comprobar este nuevo incidente en el techo del edificio.

La rotura de la viga se ha localizado en la sala de exposiciones, en el piso primero, cerca de la biblioteca. Miembros del equipo de gobierno acudieron hasta el lugar del derrumbe acompañados de técnicos del servicio de Urbanismo y de la Junta para evaluar los daños y analizar las causas. La viga que se ha caído está situada en una zona donde confluyen varias canalizaciones de agua. Según los primeros análisis de los técnicos, con el paso del tiempo se habrían ocasionado filtraciones que ha provocado que la madera de la viga se pudra y haya cedido por su propio peso, ya que la fractura ha sido limpia.

MENSAJE DE TRANQUILIDAD El alcalde José García Lobato envió un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía asegurando que no hay, en principio, más riesgos de caídas, y no existen indicios de que haya más vigas o elementos estructurales del edificio en mal estado, aunque tiene claro que para garantizar la máxima seguridad de trabajadores y usuarios de la biblioteca se ha tomado la determinación de clausurarla y trasladar el servicio al centro cívico, en horario de ocho de la mañana a diez de la noche. El traslado provisional se prolongará durante dos semanas, justo el plazo fijado para analizar el estado completo de la cubierta.

El préstamo se realizará en el archivo municipal situado en la avenida de San Antonio, en principio de ocho a tres de la tarde. Lo que sí quedará cerrada hasta nueva orden será la sala infantil. La actividad sí continuará con normalidad en la planta baja, es decir, las salas habilitadas para las dependencias de la universidad popular.

El primer paso es hacer una serie de inspecciones y trabajos de descubrimiento para comprobar el estado de todas las vigas de madera que sujetan la cubierta. Pedirán a un laboratorio que elabore un informe sobre el estado de la madera. Será una revisión a fondo. Encargarán a Urbanismo que analice el estado de dicha cubierta y también un informe sobre la construcción en su día de aquel techo, un trabajo que apenas tiene veinte años. Cabe recordar que hace algo más de cuatro años ya ocurrió el primer episodio negativo con esta cubierta al derrumbarse el suelo de la sala de lectura infantil.

INCREDULIDAD Desde el equipo de gobierno aseguran que no es lógico estos dos incidentes en apenas veinte años. Tras los primeros análisis, hay dudas sobre el correcto apoyo o no de las vigas, sobre si era necesario un encajonamiento sobre el tapial o aspectos sobre la idoneidad de la madera elegida. A ello se le añade un techo que está soportando una cubiera de uralita, lo que genera problemas de calor en verano y de frío en invierno.