La climatología adversa, con unas temperaturas por encima de lo normal en estas fechas, está provocando un retraso en la celebración de las matanzas domiciliarias, ya que no son las más adecuadas para poder curar los productos derivados del sacrificio de los cerdos. Prueba de ello es que desde que se inició la campaña, a principios de este mes, solo se han recibido once solicitudes frente a las 28 que se tramitaron el año pasado durante el mismo período, según los datos aportados por el departamento de estadísticas.

Todavía en Almendralejo no se han registrado temperaturas nocturnas inferiores a los siete grados y precisamente es el frío, las temperaturas por debajo de los cinco y las heladas los que ayudan a poder "curar los embutidos que surgen de las matanzas domiciliarias", según los expertos y asiduos a las matanzas. El ayuntamiento cree que la población está esperando a que bajen más las temperaturas para poder celebrar esta actividad que durante los últimos años ha ido disminuyendo, pero sigue manteniéndose sin llegar a desaparecer. Así, prevén que será en el puente del 6 de diciembre cuando más matanzas se celebren porque ya hará más frío y hay tres días festivos seguidos.

DESCENSO DE MATANZAS Aunque desde el año 2004 el número de cerdos sacrificados desciende cada temporada, todavía hay familias y grupos de amigos que prefieren seguir con esta tradición. No obstante, los expertos reconocen que cada vez más familias prefieren comprar la carne del cerdo, aliñarla y embucharla ellos mismos, evitando de esta forma tener que matar al animal. Se trabaja menos pero siguen celebrando las matanzas.

El descenso brusco de las matanzas domiciliarias celebradas en la ciudad se produjo entre los años 2004 y 2006, ya que en la campaña del 2004/2005 se sacrificaron 320 cerdos frente a los 207 del 2005/2006, más de cien animales de diferencia. Mientras que las cifras del 2002/2003 y 2003/2004 fueron de 388 y 226 respectivamente, y las del 2006/2007 fue de 188. En la pasada campaña, 2008/2009, se celebraron 98 matanzas en las que se sacrificaron 175 guarros. Las causas de estos descensos pueden ser varias. Algunas de ellas son la prohibición de tener animales en el casco urbano, por el cambio de alimentación de las familias e incluso por el desarrollo urbanístico de la localidad, ya que muchas de las nuevas edificaciones no permiten que se hagan este tipo de matanzas.

No obstante, tanto los expertos como el ayuntamiento aseguraron ayer que a pesar de que cada año hay menos es muy difícil que esta "costumbre o tradición" desaparezca.

PERMISO DE AUTORIZACION Los almendralejenses interesados en hacer estas matanzas domiciliarias deberán pedir el permiso de autorización en el Negociado de Estadísticas del ayuntamiento de lunes a viernes de 9.30 a 13.30 horas con tres días de antelación a la celebración de la misma. Además, el consistorio recordó ayer que los productos resultantes de las mismas se destinarán exclusivamente al consumo familiar, quedando totalmente prohibida la venta de los mismos a particulares o establecimientos comerciales o otro tipo de industrias.