Ayer comenzó la instalación de las alarmas de seguridad en todos los colegios públicos de la ciudad por parte del ayuntamiento con el objetivo de evitar más robos y actos de vandalismo en el interior de los centros.

Ante una sucesión repetida de robos a principios de años en varios centros educativos de la ciudad y por petición de sus directores, el ayuntamiento decidió acometer una serie de medidas de prevención, como colocar un sistema "que al menos complicase la acción a los amigos de lo ajeno", comentó ayer el concejal de Mantenimientos de Colegios, Juan Manuel Forte. Una vez visitado cada centro y realizado un estudio para ver qué tipo de alarma era conveniente para cada uno, ayer la empresa adjudicataria de esta actuación, Proisex, comenzó a poner las alarmas en los colegios.

Según explicó ayer el edil, el sistema consiste en colocar unos detectores o sensores de movimientos de forma estratégica en aquellas dependencias del colegio donde los directores han indicado que parece que son los accesos de los autores de los robos o destrozos. Está permanentemente en contacto con la jefatura de la policía, por lo que si se detecta algún movimiento cuando esté activado, rápidamente se acciona el dispositivo con el fin de personarse en el momento. Además, lleva una alarma acústica que cuando se activa emite un ruido y todos tendrán carteles informativos de este sistema de seguridad.

ALARMAS EN VACACIONES La instalación de estas alarmas se realizará de forma rápida, por lo que todos los colegios tendrán este sistema de seguridad listo para antes de las vacaciones de verano. "Parece ser que este tipo de actos se han cometido cuando ha habido un período largo en el que no ha habido clases", comentó Forte, quién reconoció que el problema no se va a erradicar con esta medida, "ya que siempre está ahí, pero esperamos que esta actuación surta efecto y se eviten más actos, sobre todo de entrar en el interior de los edificios y hacer destrozos".

Hasta ahora tan solo un colegio público disponía de este tipo de alarma, Antonio Machado. Hace varios años fue el principal objetivo de "los amigos de lo ajeno" y sufrió en reiteradas ocasiones numerosos actos vandálicos tanto en las dependencias exteriores como interiores. Por ello, se decidió colocar algunas vallas de seguridad y unas cámaras de vigilancia que funcionan constantemente. También, está previsto instalar una alarma de seguridad, ya que servirá "de complementaria a la que tiene y a las cámaras de vigilancia".

CESE DE ROBOS Esta actuación es una iniciativa del ayuntamiento, tras la petición de los directores de los colegios y de las asociaciones de padres que se mostraron bastante enfadados en la última oleada de este tipo de acciones a principios de años. Sobre todo los del colegio José de Espronceda, que durante los últimos dos años ha sufrido ocho robos, con destrozo de material. Los últimos tuvieron lugar en enero y después en San Francisco en febrero. No obstante, Forte y los centros reconocieron ayer que desde que se anunció la instalación de este tipo de seguridad han cesado los robos y los destrozos en los centros, por ello se sienten más tranquilos aunque no del todo porque "es díficil acabar con este problema".