La Organización para la Defensa de lo Público denuncia que la barriada de San José se está convirtiendo en un «gueto» y en un «estado de sitio», al tiempo que acusa al gobierno local de «falta de compromiso e inacción ante esta situación».

Ricardo Caro, uno de sus miembros, exigió la reapertura de la comisaría de la policía local del barrio cerrada, dijo, por falta de efectivo. Para ello se apoya en las últimas denuncias de los sindicatos.

El problema radica, según Caro, en que los ciudadanos rumanos y marroquís que viven allí no se integran con el resto de la población, y define esta situación «como una bomba a punto de explotar».

Denuncia también la suciedad que impera en las calles, la falta de civismo y que algunas viviendas se han convertido en «pisos patera» y «zahúrdas humanas», y pide una reunión de la Comisión de Seguridad Ciudadana.