El pasado viernes se celebró un acto en la Delegación del Gobierno en Extremadura, en Badajoz, en el que fueron condecoradas las víctimas extremeñas del terrorismo, y en el que se concedió, a título póstumo, la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las víctimas del terrorismo a Angel Hernández Pérez.

Este era natural de Almendralejo y falleció en Zaragoza en el incendio del hotel Corona de Aragón el 12 de julio de 1979, en el que además murieron 76 personas y otras 113 resultaron heridas. Su viuda, Piedad Carmen Díaz Dorado, que actualmente reside en Almendralejo, fue la que solicitó esta condecoración y la que la recogió en dicho acto, en el que también estuvo presente el alcalde José María Ramírez.

Este distinción honorífica es un reconocimiento civil a las víctimas, un honor de la sociedad respecto a aquellas, en las que concurran méritos cívicos y los valores democráticos amparados por la Constitución. Estas concesiones pasan por el Consejo de Ministros. A veces, este tipo de actos se llevan a cabo en convocatorias multitudinarias, aunque el Gobierno central decidió cambiar el formato descentralizándolas.