La construcción de la nueva comisaría de la Policía Nacional en Almendralejo sigue paralizada. Hace dos semanas que la empresa Germán Gil Senda, adjudicataria del contrato por un importe de 1.277.000 euros, decidió no continuar con los trabajos por el sobrecoste que le genera, alegando que la redacción del proyecto está mal. Los operarios de obra se han marchado y en el terreno sólo está un guarda de seguridad, ya que la empresa está encargada de la custodia de la obra.

Esta actuación está paralizada y sólo tiene dos caminos: o que el Ministerio del Interior acepte la propuesta de mejora planteada por la empresa y que supone un modificado de la actuación con una mejora del 45% del presupuesto, es decir, casi 700.000 euros más, o que finalmente desista y se produzca una resolución del contrato.

La constructora aún no ha recibido contestación a la propuesta por parte del Gobierno de España, pero según ha podido saber este periódico por fuentes cercanas a la empresa, el ministerio asume que el proyecto está mal redactado y que hay errores importantes que afectan al presupuesto acordado. Desde la empresa no quieren pronunciarse en exceso sobre la cuestión porque alegan que «esto no depende de nosotros». Asegura que no pide las cosas «porque sí, sino porque el proyecto tiene muchas carencias y hay que complementarlas», apuntan. En este sentido, la posibilidad de que se rescinda el contrato cobra fuerza. Si esto ocurre, la obra quedaría parada y el Ministerio del Interior debería realizar un nuevo proyecto.