Dentro del conflicto de intereses que hay sobre el precio de la uva entre bodegueros y agricultores, la organización Apag Extremadura Asaja insiste en que «existe la posibilidad de modificar las condiciones contractuales establecidas en el contrato entre la bodega y el viticultor, siempre y cuando se haga por mutuo acuerdo, con el fin de que el precio del vino repercuta en las liquidaciones de los agricultores», señala en un comunicado.

Apag se apoya de esta forma en el Boletín Oficial del Estado y en la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), que aconseja dar a conocer al agricultor el precio antes de entregar la uva.

La organización considera que la diferencia de precios entre la materia prima y el precio final del producto se pueden equilibrar, siempre y cuando haya acuerdo entre ambas partes y propone que en campañas sucesivas de la vendimia los precios estén puestos en la tablilla como se ha hecho tradicionalmente.

Apag Extremadura Asaja recuerda finalemente que «tiene como única pretensión que exista armonía entre los bodegueros y los agricultores y no preocupación por parte de estos segundos, tal y como estamos comprobando desde hace meses», según apunta el mismo escrito.