Uno de los grandes objetivos del equipo de gobierno es el desarrollo de la zona tradicionalmente conocida como Pío XII, donde actualmente solo hay una explanada de tierra y viejas edificaciones colindantes. El pleno de la corporación, con el beneplácito de los cuatro grupos políticos, aprobó el martes la viabilidad de la transformación urbanizadora que en el Plan General Municipal (PGM) se denomina unidad de ejecución 80-B.

Lo que se quiere es hacer viable el desarrollo del tramo de la calle Alberca comprendido entre San Judas y la carretera de Badajoz, en concreto, la parcela en la que estaba la fábrica de harina.

Según explicó el concejal de Urbanismo, Antolín Trigo, esta transformación será viable «cuando se resuelvan todas las conexiones a redes municipales», es decir, abastecimiento y saneamiento de agua, distribución eléctrica, las telecomunicaciones, y el desarrollo de comunicación peatonal. Son las manzanas comprendidas entre calle Alberca y carretera de Badajoz.

De esta forma, se establece una concesión indirecta a los propietarios mediante el sistema de compensación, teniendo dos meses para presentar el programa de ejecución. El alcalde cree que es un primer paso para empezar a desarrollar una zona muy demandada por los vecinos, al tiempo que considera que puede ser clave para un posible crecimiento de la localidad.