Antes que nada se les equipa. Les ponen una bolsa de basura en cada pie, un delantal y una gorra. Todo para que no se manchen. Ya el simple hecho de verse con estos atuendos a los niños les llama la atención y se muestran impaciente por lo que van a hacer: Aprender cómo se hace el vino.

Son los talleres que este año se han organizado dentro de las Jornadas Gastronómicas que se imparten en el Palacio del Vino y la Aceituna y con los que se pretende acercar a los más pequeños al mundo de la gastronomía. En ediciones anteriores se les enseñó a catar los mostos y a degustar productos típicos de la tierra. Pero este año han querido acercarles la cultura del vino. Según explicó ayer una de las técnicos municipales, Aurora Quintana, la mejor forma de inculcarles esta cultura es que "ellos mismos vean cómo se hace el vino y participen de lleno".

Así, realizan varias actividades. Primero, pisan la uva en una prensa para "que sepan cómo se pisaba antiguamente", después pasan a ver una prensa vertical, en la que se ve cómo se prensa ahora y se les explica el proceso actual de obtención del vino. A continuación, los monitores del Centro de Formación Agraria de Villafranca de los Barros les enseñan cómo se mide el grado de alcohol. Incluso ellos mismos utilizan el mustímetro para ver el grado de alcohol de una prueba. Finalmente, los niños pasan a la zona de envasado, donde preparan sus botellas con un poco de mosto. "Las tapan y ponen las pegatinas", señaló Aurora. Para terminar, se les da la botella para que degusten el mosto cuando están esperando el autobús que les traslade a su centro.Los talleres comenzaron el miércoles y finalizan hoy. Por ellos pasarán unos 350 niños de 9 años que pertenecen a todos los colegios. Ayer les tocó el turno a los de José de Espronceda y Ortega Gasset. Algunos se mostraron encantados con la actividad, sobre todo con el pisado de la uva, aunque reconocieron que

"han estado machando uva"