Todo comenzó cuando Fran Montero, que en sus ratos libres daba clases de baile social, recibe la propuesta de animar el ambiente en un bar. «Yo trabajaba en una asesoría, era árbitro de fútbol y también ponía copas. Pero lo que me gustaba era bailar». Y entonces, decidió perseguir ese sueño. Fue hace cinco años cuando decidió crear Dale mambo, un grupo de animación que antes solo se veía en bodas y discotecas, pero ahora ha tomado otra dimensión. «Ahora es un show con decenas de vertientes. Integramos actuaciones de todo tipo y adaptadas a todos los públicos. Nos puedes ver en ferias, festivales, conciertos, discotecas o programas de televisión. Hemos dado un salto más», explica con entusiamo.

Fran Montero, de 27 años, se unió con su hermano Luis, de 25, bailarín profesional, y con Tomás Gómez, también de 25 años, un amigo de toda la vida al que le gusta el baile. Todos de Almendralejo. Pronto se sumaron Álex Bach, de Badajoz y misma edad, un dj profesional que se encarga de la parte musical. Y todo empezó a conectar.

Ahora celebran su quinto aniversario y se han profesionalizado con una agencia de representación, dado el volumen de bolos y actividades que tienen en la agenda. En los próximos días inician una gira que los llevará a escenarios de Extremadura y de las provincias de Madrid, Sevilla, Málaga, Huelva, Valencia, Almería o Zamora, por nombrar solo algunas.

«Realmente jamás habíamos pensado poder vivir de esto, pero decidimos apostar. Con horas de trabajo todo sale. Nuestro objetivo es que la gente baile, ría, se sorprenda y se lo pasé sensacionalmente bien», dice Fran Montero, el líder del grupo. Su rol es conectar a Dale mambo con el público. Luego está Luis, su hermano, un bailarín profesional que ha montado coreografías para artistas como Gente de Zona, Luis Fonsi o Álvaro Soler. Tomás es la parte «más canalla y sexy», el especialista en strepteases, mientras que Álex es la música.

Todos tienen alma de emprendedores. Fran montó una de las escuelas de baile social más reconocidas en Mérida, Luis da clases en Madrid, mientras que Tomás se forma en Marketing y Publicidad.

Han conseguido, en apenas poco tiempo, hacerse con un sello en Extremadura y parte de España. «Es increíble ir a muchos sitios y que la gente quiera hacerse fotos con nosotros». Lo han hecho desde la base. Ahora quieren seguir dando mambo para volar más alto.