La asociación medioambiental Dema envió el pasado viernes las últimas crías de cernícalo primilla a Evora, con lo que pone fin a la recuperación de este ejemplar en el municipio portugués.

El proyecto se inició hace un año para recuperar esta especie en una zona donde se perdió hace sesenta años. Durante este año, Dema ha enviado a este municipio portugués sesenta ejemplares de cernícalo y el viernes se llevaron los diez últimos.

Los nidos, que son artificiales, se colocaron sobre unos edificios del centro de recuperación de un parque.

Además se dejaron a cernícalos mayores junto a los nidos de las crías para que les ayuden a alimentarse y adaptarse al entorno.

De esta forma, les hacen creer que han nacido en él (ya que se los llevan con veinte días) y así crean un núcleo familiar al que retornar en épocas de migraciones para gestar sus crías.

Según explicó uno de los voluntarios de Dema, Pepe Antolín, el índice de retorno es del 26% y espera que a medida que haya más crías siga creciendo esta cifra. Antolín recordó que el cernícalo es un pájaro migratorio, que en junio regresa a sus nidos para concebir sus crías.

Las diez crías de primilla se las llevaron de Almendralejo dos voluntarias portuguesas en unos cestos de mimbres. Alumnos del colegio público San Roque estuvieron presente en el centro de Las Aguas de Dema para ver cómo se desarrollaba el traslado. Así, comprobaron como se sacaban del centro de crías, se les colocaba un anillo en una de las patas, y se introducían en cestos de mimbres.

Antolín anunció que el lunes comienza otro proyecto similar en Navarra. Durante un año se enviarán crías de cernícalos primilla al norte de España para que la especie se recupere en esa zona.