Ya es ironía que la desunión de la izquierda venga de la mano de Izquierda Unida! Su repensada decisión sobre a quién apoyar para gobernar en Extremadura, debe haberles creado tan profundos problemas de conciencia que podrían acabar en "esquizofrenia (política) unida". Porque, si este partido político se encontrara ideológicamente equidistante de las otras dos formaciones que ahora tenían la posibilidad de gobernar nuestra comunidad autónoma, comprenderíamos que les resultara indiferente cual de ellas tuviera que hacer tal cosa, pero recordando que ha presumido siempre de estar a la izquierda de la izquierda (esa otra que ellos consideran poco auténtica), no deberían haber tenido tantas dudas. Sabiendo ya que su anunciada abstención va a permitir gobernar a la derecha, entendemos que toman tal decisión porque, por encima de razones pueriles, estiman el cambio como lo más beneficioso para los extremeños. Caen así en una incoherencia ideológica que sólo ellos, y los que a beneficio propio la alentaban, pueden negar.

Sin embargo, está claro que el resultado de las últimas elecciones indica inequívocamente la voluntad mayoritaria de ese cambio que Izquierda Unida va a propiciar. Alternancia sobre la que nada hay que objetar, dado que gobierno de derecha o izquierda son dos caras de una misma moneda que, por consenso, pusimos en circulación hace tiempo. Una moneda que echamos al aire cada cuatro años y sin temores, porque ya hemos aprendido a no enfrentarnos caiga del lado que caiga. Sobre todo, teniendo en cuenta que, en gran medida, ello depende de quienes sólo valoran la gestión de lo público.