La Asociación de Usuarios de Banca (AUSBANC) en Extremadura ha presentado una demanda contra Bankia por la comercialización de participaciones preferentes y deuda subordinada a un matrimonio de unos 90 años de Almendralejo, que fueron firmadas con la huella dactilar de uno de ellos.

La persona afectada, que non sabía leer ni escribir, según AUSBANC, firmó los contratos a instancias de la entidad bancaria con su huella dactilar, y ha sufrido una pérdida estimada de 74.000 euros por la suscripción de participaciones preferentes y deuda subordinada.

El abogado y delegado de AUSBANC en Extremadura, Juan Luis Picado Domínguez, ha destacado hoy la "especial gravedad" de este caso al ser personas de avanzada edad, sin ningún tipo de formación académica y a los que la pérdida afecta a la totalidad de los ahorros obtenidos durante toda su vida.

Picado Domínguez ha subrayado el hecho de que los contratos fueran firmados con la huella dactilar de uno de los firmantes, incluido el conocido como "test mifid", que es una prueba exigida por la normativa bancaria para conocer el perfil, los conocimientos y la experiencia inversora de los clientes de las entidades bancarias.

En su opinión, "resulta de especial gravedad" el hecho de que la entidad financiera rellenase previamente el contenido de este test, "poniendo en boca de sus clientes que conocían la naturaleza y funcionamiento de los mercados financieros y de los activos de renta fija y variable", aun cuando su propio cliente firmaba con su huella dactilar.

Según el abogado de esta asociación, el matrimonio afectado "se ha visto en la necesidad" de recurrir a los tribunales de justicia, después de que Bankia desestimase un requerimiento extrajudicial remitido por los servicios jurídicos de AUSBANC, en los que se denunciaban los mismos hechos que en la presente demanda.

AUSBANC estudia, además, interponer acciones penales por estafa contra la entidad bancaria por su actuación con estos clientes.