TVtemos como día tras día nos llegan noticias que tienen como tema común las cada vez más empobrecidas relaciones interpersonales que dentro de todos los centros educativos se están dando más y más frecuentemente. Y si consideramos a la escuela como un fiel reflejo de nuestra sociedad, llegaremos a la conclusión de que también se están empobreciendo de manera clara las relaciones interpersonales dentro de la propia familia considerada el primer núcleo social fundamental. Por lo tanto, quiero resaltar que la familia es el primer referente afectivo-social donde los niños empiezan a construir su propio modelo de vida, y de esto no nos deberíamos olvidar nunca los padres. Reflexionando sobre el titular del artículo, me atrevo a pedir a que cada familia haga un análisis de cómo son esas relaciones con el centro educativo donde sus hijos pasan la tercera parte del día durante nueve meses al año y a lo largo de trece años. Otro motivo de reflexión es plantearnos por qué hay alumnos que no permiten que otros ejerzan su derecho a la educación, y que, en algunas ocasiones, y a veces de manera casi sistemática, crean un clima de tensión y nerviosismo no sólo en el resto de alumnos sino en la persona del maestro, con los consiguientes problemas que esto ocasiona. Yo apuntaría como causas que han contribuido a que esta situación se produzca, a la falta de disciplina y de normas junto con una falta de respeto hacía toda la autoridad. Ya no sólo lo vemos en los centros sino también en la calle y, por mucho que nos pese, donde primero se habrá dado será en la familia.