La Policía Nacional ha detenido en Almendralejo a un hombre por quebrantar la pena de destierro de la ciudad, pena que le fue impuesta en 1996 por la violación y muerte de una joven en esa localidad.Según informa la Policía, este hombre fue condenado en 1996 por la Audiencia Provincial de Badajoz a 25 años de prisión y 18 años de destierro de la ciudad de Almendralejo, por la violación y muerte de la joven de la localidad Maite Santos en 1994, informa Efe.Ha sido la madre de la víctima la que ha detectado la presencia de este individuo en la ciudad e inmediatamente ha avisado a la Policía Nacional, quien tras comprobar la veracidad de los hechos, ha detenido a este hombre y lo ha trasladado a la Comisaría de Almendralejo, con el fin de instruir el correspondiente atestado policial. Destaca la Policía Nacional que este individuo disfrutaba de un permiso penitenciario cuando ha sido detenido.El proceso por el que se le condenóEn julio de 1996 los hermanos José Florencio y Manuel Francisco Balsera Fernández fueron condenados por la sección segunda de la Audiencia Provincial de Badajoz a 37 años de prisión por la violación y posterior asesinato de la joven de Almendralejo Maite Santos y les prohibió volver a esta localidad durante 18 años, recuerda la agencia Efe.Los hermanos Balsera, conocidos popularmente como los mateitos, fueron condenados a 18 años de reclusión menor, con la agravante de despoblado, por un delito de violación y a 5 meses de arresto por otro de hurto, según el antiguo Código Penal.Además de 19 años de reclusión menor por un delito de asesinato, con la agravante del lugar, según el actual Código Penal, se les condenó al pago de 35 millones de pesetas de indemnización a los padres de la joven y de 8 millones a su hermana por los daños morales.El Tribunal los consideró autores de los hechos ocurridos el 5 de mayo de 1994 cuando encontraron en la carretera C-423 a la joven María Teresa Santos, de 20 años, quien había estado deambulando por Almendralejo y sus alrededores a consecuencia de la enfermedad depresiva que padecía desde hacía un año. Los procesados se llevaron en su vehículo a la joven y se desviaron por un camino hasta llegar al paraje rural conocido como Los Estiles, lugar deshabitado y solitario, donde José Florencio, ayudado por su hermano, violó a Maite Santos, y posteriormente le provocó la muerte por asfixia.Tras cerciorarse de que estaba muerta, ambos envolvieron el cuerpo en una manta, la metieron en el maletero del coche y la llevaron hasta una caseta sita en un lugar próximo, donde lo escondieron, pero dos días después volvieron y trasladaron nuevamente el cadáver hasta una viña cercana.Tanto las pruebas encontradas como las confesiones efectuadas por los hermanos fueron consideradas concluyentes, ya que las huellas del vehículo empleado y los objetos sustraídos a Maite Santos y encontrados en el domicilio de los acusados implicaron a los Balsera.Sus declaraciones iniciales en la comisaría y el juzgado fueron definitivas, ya que dieron datos similares a pesar de estar los dos hermanos incomunicados, lo que permitió la localización del cadáver de la joven. Aunque los hermanos Balsera se caracterizan por una personalidad primitiva, son considerados imputables, ya que no padecen trastorno ni enfermedad mental alguna. El Tribunal también entendió que las declaraciones realizadas por José Florencio y Manuel Francisco Balsera en el transcurso de la vista oral, en las que aseguraron que eran inocentes pero que asumieron la autoría de los hechos "para ser famosos y sacar dinero", fueron una fórmula para intentar autoexculparse.