La policía local de Almendralejo ha detenido al propietario de un ciber acusado de ser el supuesto autor de un delito de exhibicionismo y provocación sexual al permitir que dos menores de edad vean películas pornográficas en su establecimiento.

Según informó ayer la policía local en una nota, los hechos ocurrieron el jueves sobre las 21.30 horas cuando una dotación de vigilancia de seguridad ciudadana estaba de servicio por la zona de la avenida de la Paz y pudo comprobar, "con asombro" desde el exterior y a través de la cristalera del establecimiento, cómo en el interior del ciber, situado en la calle Costa Rica, dos menores, de 8 y 14 años residentes en Almendralejo, veían en la pantalla de un ordenador de pago "una película a color de alto contenido pornográfico en la que varios actores de ambos sexos mantenían relaciones sexuales con fuerte contenido, con imágenes de sexo oral y penetraciones". Según el mismo comunicado, dichas imágenes podían verse desde el exterior por los "numerosos viandantes que transitaban por referida calle".

De forma inmediata, la patrulla accedió al local y ordenó al encargado y gerente que interrumpiera esa proyección y después de identificar "perfectamente a los dos menores".

La policía pudo comprobar que, al igual que ellos, el encargado también podía ver, "sin ningún género de dudas", la película que estaban viendo ambos menores, por lo que se procedió a su detención y traslado a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en la que se tramitaron las oportunas diligencias judiciales acusándole de ser el supuesto autor de un delito de exhibicionismo y provocación sexual, previsto y penado en el Código Penal. El detenido responde a las iniciales M. O., tiene 21 años, es de nacionalidad rumana y reside en Almendralejo. Además, y al margen de las acciones judiciales, no se descartan otras acciones "de carácter administrativo que pudieran ejercitarse desde la Administración local", señala la nota.

QUEJAS DE VECINOS Precisamente, este mismo ciber, que también funciona como locutorio, ha sido escenario de peleas e incidentes entre sus usuarios durante los últimos meses, que en ocasiones se han saldado con heridos en reyertas o, incluso, con un coche calcinado cuando estaba estacionado. Los vecinos de la calle y de la zona están expresando desde eptiembre sus quejas públicamente ante estos incidentes, y afirman sentirse inseguros, aunque también reconocen que ahora los incidentes han disminuido.