El equipo de investigación tecnológica de la Guardia Civil de Badajoz, en colaboración con el equipo de policía judicial de la Guardia Civil de Ibiza, han detenido a una banda de ciberdelincuentes compuesta por cinco vecinos de Valencia, como presuntos autores de delitos de estafa, falsedad documental, blanqueo de capitales y pertenencia a un grupo criminal tras demostrarse que cometieron una estafa de más de 34.000 euros sobre una empresa agropecuaria de Tierra de Barros.

La investigación comenzó el pasado mes de mayo cuando esta empresa comunicó a los agentes que, tras haber realizado una venta de 140 cochinos ibéricos acordada con otra empresa salmantina de productos ibéricos y tras la remisión por correo electrónico de la factura de 34.00 euros, con información del número de cuenta donde proceder el ingreso, la empresa compradora no procedió a pagar la cantidad adeudada. Tras contactar con la empresa salmantina, ésta manifestó haber trasferido la citada cantidad de dinero a la cuenta bancaria cuyo número le habían facilitado mediante correo electrónico. Sin embargo, luego se percataron de que la cuenta no era de la empresa pacense y que podrían haber sido víctimas de una estafa.

Los equipos de la Guardia Civil de Badajoz procedieron a emprender un operativo de investigación tecnológica analizando sistemas informáticos, correos electrónicos y documentos bancarios con los que consiguieron obtener pruebas incriminatorias de estos hechos delictivos. Los delitos fueron cometidos por expertos delincuentes mediante el método conocido como ‘Man in the middle’, es decir, hombre en el medio. Este método consiste en hackear, leer, insertar y modificar a voluntad los correos electrónicos entre las dos partes por medio de un ciberdelincuente. Normalmente, se realiza entre empresas comerciales y sin que ninguna de ellas conozca que el enlace entre ambas ha sido interceptado por estos delincuentes. Desde ese momento, entran en escena suplantando y enviando un correo electrónico que, supuestamente, es emitido por la empresa a la que tienen que abonar la factura, facilitando el número de cuenta bancaria para que se haga la incorrecta transferencia. Dicha cuenta va a nombre de una persona, también integrante del grupo criminal, que actúa como ‘mula económica’, es decir, un mero intermediario, testaferro que cobra el dinero y lo entrega a otros miembros de la red a cambio de un porcentaje estipulado entre ellos.

Con todos los datos recabados, la Guardia Civil logró localizar y detener a estos ciberdelincuentes en Valencia e Ibiza, bloqueándoles cuatro cuentas bancarias utilizadas por ‘mulas económicas’ y pudiéndose recuperar 19.000 euros, parte del dinero estafado. Todas las diligencias instruidas por los diferentes delitos están a disposición de los Juzgados de Instrucción de Villafranca de los Barros.