El frío y la lluvia no impidieron que este fin de semana miles de almendralejenses disfrutaran del Carnaval saliendo disfrazados a la calle y animando así la ciudad.

Ya en la noche del viernes, algunos salieron disfrazados, pero fue en la noche del sábado cuando mayor público se concentró en la calle Cometa y sus aledaños. La carpa instalada permitió a los carnavaleros refugiarse de la lluvia y el frío y disfrutar hasta altas horas de la madrugada de esta festividad. Incluso a primera hora de la tarde varios grupos de chavales comenzaban a congregarse en la carpa.

La intención del equipo de gobierno, permitiendo la instalación de esta carpa y que los bares sacasen sus barras al exterior, era que los almendralejenses optasen por quedarse en la ciudad y vivir el Carnaval en ella, en vez de marcharse a otras localidades, como Badajoz. El resultado ha ido creciendo cada año, ya que el público cada vez es mayor y se disfrazan más. Se pudieron ver toda clase de disfraces, desde espantapájaros, bebés, piratas, princesas, mesoneras, toreros o gladiadores, hasta conejos.

Por otro lado, cientos de niños disfrutaron también de los talleres de manualidades el sábado por la mañana en la avenida de la Paz. En ellos pudieron hacerse pulseras o caretas de papel o escayola para sus disfraces. El baile de los mayores también contó con numeroso público. Según la concejala del Mayor, Esperanza Lozano, los mayores se animaron y acudieron disfrazados disfrutando del baile y de un karaoke. Por su parte, la muestra de murgas registró una entrada de unas 400 personas. En ella participaron la Mascarada, Los Carnestolendas, La mala compañía, La Caidita y Pa cuatro días.

A pesar del público concentrado, no hubo ningún incidente grave. El Carnaval finaliza mañana con la quema de la sardina, en el recinto ferial.