Durante la jornada de este lunes han sido repartidas 169 cajas de fresas, con un peso de 338 kilos, entre las tres residencias de mayores de Almendralejo. Dichas fresas procedían del robo que había interceptado la policía local el sábado. Ocurrió sobre las seis cuando agentes municipales intervinieron la furgoneta de dos ciudadanos de Utrera (Sevilla) que portaban la mercancía, pero que no pudieron acreditar ni la procedencia ni la idoneidad del fruto. Fueron denunciados por venta ambulante. Las fresas fueron trasladadas para una inspección sanitaria que las ha considerado aptas para el consumo humano. De ahí la donación posterior a las residencias de las Mercedes, la Piedad y convento de Hermanas Clarisas. El acto ha sido coordinado por la concejalía de Asuntos Sociales.