TCtomo siempre, se acude a la escuela cuando nos damos cuenta de que se están incrementando los problemas sociales y disminuye la capacidad educativa de la familia. Por ello, la Educación para la Ciudadanía debería contemplarse desde el punto de vista de la convivencia, de la capacidad de vivir juntos en una sociedad democrática, pluralista y abierta, y basada en una educación moral. Pero, no deberíamos identificar la educación moral solamente con cualquier tipo de religión, ya que los valores que se pueden promover en la enseñanza son muchos y muy variados. Pienso que en la sociedad actual, la tolerancia se convierte en valor de primer orden. Por ello, cuando hablamos de Educación para la Ciudadanía, mi recuerdo evoca una materia denominada educación cívica y a nuestros maestros cuando nos hablaban de civismo refiriéndose a modos y maneras de comportamiento, el respeto a los mayores y a lo que nos rodeaba. Me parece muy interesante que nos planteemos la necesidad de abordar los valores como una materia fundamental; porque lo que está claro es que la sociedad necesita la recuperación de los mismos de forma inmediata. Esta nueva área de la educación para la ciudadanía podría dar respuesta a muchos temas conflictivos: la violencia escolar y la de género, la relación de los estudiantes con los medios de comunicación, el ocio y tiempo libre de nuestros hijos, el medioambiente o la educación vial. Hoy no sólo necesitamos favorecer la creación de hábitos sino tener un programa que recoja los conocimientos y la reflexión profunda y rigurosa de los conceptos.