TEtl Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de Ley sobre igualdad de trato y no discriminación. Si sale adelante, supondrá precisamente una discriminación contra los colegios concertados de educación diferenciada --que imparten a chicos y chicas formación por separado- al excluirlos de toda subvención estatal; perjudicará a miles de familias que optan por esta enseñanza; contradirá acuerdos internacionales firmados por España y hará de nuestro país una isla educativa dentro de Europa. Y es que todos los países que han legislado sobre igualdad --Inglaterra, Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Portugal...-- reconocen que la educación diferenciada no supone discriminación por razón de sexo. La igualdad en educación no es uniformidad; debe tener en cuenta las diferencias somáticas e intelectuales de los alumnos. A nadie extraña que haya equipos deportivos masculinos y femeninos. Fútbol, tenis, ciclismo, baloncesto... organizan campeonatos diferenciados por razón del sexo de los/as participantes y a nadie se le ocurre pensar que es por discriminarlos. No es igual el desarrollo intelectual de chicos y chicas; éstas son más precoces que aquellos; mezclarlos en las aulas supone para los maestros "andar al ritmo de los más lentos" con la consiguiente pérdida de eficacia y excelencia en la formación. Igualar a todos "por abajo" hace flaco servicio a un país que quiere ser competitivo y puntero. Ese anteproyecto de Ley no contenta a nadie, porque se inmiscuye de manera totalitaria en la libertad con que instituciones o individuos desean gestionar sus asuntos. ¿Y discutimos acaloradamente si tal o cual gobernante fue totalitario, dictador o autoritario?