TEts una hermosa iniciativa cultural en los inicios del otoño, festividad de Ceres. El circo romano de Mérida ha sido el principal escenario de un acercamiento bien ideado al mundo y los modos de vida de los que somos herederos. Teatro, poesía, mercados, campamento de legionarios, cine, carreras ecuestres, conferencias, en un etcétera mayor, hicieron las delicias de cuantos nos congregamos para disfrutar del completo programa de actividades que Emerita Ludica nos ofrecía. De cuando en cuando, los actores que daban vida a una legión romana en toda regla, utilizaban el latín. Ello me llenó de nostalgia y desazón pero a la par de rebeldía. Por eso hoy utilizo la breve columna como desahogo y solicito el apoyo de ustedes con una simple firma. Verán, el latín es un vehículo maravilloso de cultura, que pule los cimientos lingüísticos; que hace holgado, rico y fuerte al castellano; que robustece la memoria de los niños, afila su inteligencia y sobre todo les hace comprender desde lo más íntimo nuestra cultura. Si no ponemos los medios, morirá para siempre. Es falso que no exista interés en los muchachos por las lenguas clásicas, sencillamente no se les da la oportunidad de conocerlas y si no las estudian, nunca desearán ser filólogos y cuando muramos los últimos latinistas, morirá el latín porque nadie sabrá enseñarlo y con ello fenecerá una parte fundamental de nuestra esencia. En 1º de ESO debiera ser obligatorio. Sabemos enseñar latín como lengua viva, que al fin es lo que es. Firmen en apoyo de esta iniciativa. Pueden hacerlo en el blog de ese filólogo clásico, culto y comprometido, que es Don Carlos Cabanillas.