Después de estar la obra más de seis meses paralizadas por discrepancias entre la empresa Mego, a la que se le concedió la ejecución de la misma, y la Consejería de Infraestructuras y Desarrollo Tecnológico, la administración, tras la rescisión del contrato, decidió volver a concederle los trabajos a la empresa cacereña.

Desde mediados del mes de junio pasado junio están trabajando nuevamente en la EX 300 una vez que la consejería llegara a un acuerdo con la empresa para que finalizaran los trabajos pendientes. El ritmo de la obra, desde que se reinició en el mes de junio, ha sido muy distinto al de su inicio.