Alicia Díez García (Almendralejo, 1976) es uno de los secretos mejor guardados del exitazo de la película sobre Buñuel que ha conquistado un premio Goya. Esta enamorada de los idiomas es la productora ejecutiva y contable de la empresa The Glow y ha sido, durante mucho tiempo, el regulador financiero del filme que ha situado a Extremadura en el mapa del cine internacional. Su ciudad le reconoce ahora su mérito tras elegirla Mujer Empresaria de Almendralejo. Lo ha hecho el Consejo Local de la Mujer, que le ha entregado un merecido premio.

Realmente, la llama empresarial de Alicia procede más de su amor por los idiomas que de la pura ambición por los negocios. Muchos no saben que José María Fernández de Vega es su marido (coproductor de Buñuel en el laberinto de las tortugas), al igual que otros también ignoran que ella ha sido una pieza clave para hacer la citada película.

«No me gustaba la Universidad. Consideraba que no aprovechaba bien el tiempo y decidí tirar por otro camino», explica Alicia Díez, que se alejó de su formación basada en la rama biosanitaria para centrarse en el inglés. Su conocimiento de este idioma y su título en Administración y Finanzas (un módulo profesional) le permitieron integrarse en una fábrica de textil que exportaba pedidos a todo el mundo. Estaba en su salsa. «Tenía contactos con proveedores y clientes de muchas partes del mundo. Gestionaba y practicaba el inglés. Lo ideal».

Esa experiencia, unida a sus estudios le abrieron las puertas del estudio de Arquitectura Arias y Ramos en 2004, en Don Benito. Durante el boom inmobiliario, fue la gestora de todo tipo de estudios, visados, certificaciones y documentación que se requiere tramitar en un estudio referente en la región. Allí inició un romance con otro idioma, el alemán, que sigue perfeccionando.

La crisis del ladrillo y su maternidad (es madre de Alicia y Esther), le hicieron replantearse su vida laboral, tomándose un tiempo que dedicó a estudiar francés, tras lo cual optó por meterse de lleno en The Glow, la empresa de su marido, en la que ha asumido las tareas de gestión y contabilidad, y en la que sus estudios de la lengua de Balzac le fueron muy valiosos para supervisar textos del filme sobre Buñuel.

«José María y yo nos entendemos muy bien. Nos equilibramos mucho. Él es la parte creativa. Yo soy la parte ordenada. Más cuadriculada», confiesa.

Para Alicia, el premio supone una gran satisfacción. «Cuando me lo comunicaron me sentí abrumada. Yo soy una persona que trabaja como todas para sacar el día a día de la familia. Disfruto y amo lo que hago». Y que sea por muchos años más.