El Palacio del Vino y la Aceituna de Almendralejo acogió ayer el tercer encuentro regional de cuidados paliativos en el que se dieron cita unos 150 voluntarios de toda la región.

Cada año, el plan regional de voluntariado en cuidados paliativos realiza este encuentro con el que quiere reconocer la labor que llevan a cabo estos voluntarios en el cuidado de personas enfermas de cáncer, sobre todo en su fase terminal.

En Extremadura hay unos 190 voluntarios formados en este tipo de cuidados y desde el 2006, año en el que se puso en marcha este plan, se ha actuado en 114 localidades extremeñas. En este plan hay integrados catorce colectivos de la región, según la coordinadora del plan regional de voluntariado de cuidados paliativos de Extremadura, Yolanda Benítez. Uno de ellos es la Asociación Oncológica Tierra de Barros que ayer actuó como anfitriona y que, según Benítez, es una de las más activas. También dispone de este servicio de voluntariado en el que además acompañan a enfermos en la realización de gestiones, a las intervenciones quirúrgicas o al hospital.

No hay ningún perfil concreto de este tipo de voluntarios, aunque la mayoría de ellos son mayores. El único requisito que se les pide para ser voluntarios es pasar un proceso previo de selección y formación.

Durante la jornada de ayer estuvieron realizando diversas actividades que comenzaron con la proyección del documental ícaro . Además, se dieron a conocer los resultados de este plan de voluntariado del año pasado y se pronunciaron varias charlas por parte de médicos especialistas en paliativos, como Esther Flores, Rafael Mota y Joan Cunill. También hubo talleres de manualidades, risoterapia y arte y cerámica con los voluntarios asistentes al encuentro.