El equipo veterinario del centro de salud de Almendralejo, compuesto por tres profesionales, tan sólo ha realizado decomisos parciales, nunca totales, de los 320 cerdos sacrificados. Por ello, la campaña que ahora termina ha discurrido dentro de la normalidad que ya es habitual en los reconocimientos sanitarios practicados.

Los decomisos que se han llevado a cabo han sido en su mayoría de entrañas del animal que estaban afectadas por procesos neumónicos, parasitosis, accesos purulentos o hidatidosis, según fuentes veterinarias. Lo intervenido se suele destruir habitualmente en el horno crematorio que hay en el matadero municipal.