«Escribir es una forma de vivir más. Te permite experimentar más intensamente tanto la realidad exterior como la vida interior». La reflexión es de Ben Clark, Premio Internacional de Poesía de la Fundación Loewe en 2017 y protagonista del Otoño Literario de Almendralejo que pretende acercar la cultura y literatura a los residentes en la ciudad. Ben, natural de Ibiza y con raíces británicas, es un autor que a sus 34 años acumula ya muchas medallas. Fue premio Hiperión en 2006, Premio Nacional de poesía joven Félix Grande, y Premio de Poesía Ojo Crítico de Radio Nacional, entre otros. Empezó a escribir a los 10 años y descubrió que la poesía tiene respuesta para cada una de las experiencias que uno acumula en la vida.

El escritor ha estado recientemente en Almendralejo para compartir un encuentro literario con alumnos de ESO y Bachillerato de los tres institutos de la ciudad. «Es importante transmitir la idea de que la poesía tiene un contenido alrededor del poema. Es decir, por qué alguien escribe una poesía y qué historia hay detrás de ello. Me gusta hacerles ver a los estudiantes que la poesía da oportunidades», relató el escritor.

En el encuentro, los alumnos de Almendralejo se interesaron por las nuevas formas de poesía que emergen dentro de las redes sociales. «Es una poesía que trabaja con el formato. Es necesariamente breve y siempre se escribe pensando en el lugar donde se va a proyectar. Es una poesía con ventajas y límites. Tiene inmediatez, frescura y suele aportar un mensaje claro. Pero tiene la desventaja de no poder ahondar en la profundidad de la verdadera poesía, que suele ser importante», opinó Clark.

El autor de La policía celeste se declara un enamorado de la poesía. Considera que cada poema tiene detrás de él una historia interesante. «La vida es larga y cada persona va acumulando experiencias. Igual que nos encontramos canciones para responder a nuestros estados o cuadros en los museos que nos identifican, también hay poesías para ello. El arte conecta siempre con las emociones», puntualizó.

Este ibicenco tiene claro que cualquier lugar es bueno para escribir cada vez que le preguntan por su tierra natal y las posibilidades que una isla le ofrece a los literatos. «Lo importante no es el lugar, sino estar atento al entorno, a sus gentes y a la vida que nos rodea». Reconoce además que, desde bien pequeño, necesitó la manera de ahondar en los pensamientos, experiencias y anécdotas que le iba sucediendo. «Cualquier experiencia puede ser captada en un poema. Yo lo concibo como una forma de grabar y registrar la vida que nos va pasando», explicó a su audiencia.

En crecimiento

La figura de Ben Clark va tomando peso dentro del panorama literario nacional. Estar en Almendralejo no era nuevo para este escritor. Formó parte del jurado del Premio de Poesía José de Espronceda que otorga el ayuntamiento al mejor poemario, con un suculento premio económico de 6.000 euros. Actualmente, también forma parte del jurado del Premio Internacional de la Fundación Loewe que él mismo ha ganado y confiesa que «estar compartiendo mesa con poetas que he admirado tanto ya lo considero en sí un gran premio».

Clark no niega que trabajar en la literatura no es nada sencillo. Este balear se considera un privilegiado por poder vivir de su vocación. Por ello, admite, que dentro de los premios lo importante no solo es el reconocimiento, sino también la dotación económica que permita vivir a los literatos de su profesión.

El también articulista compagina su oficio de escritor de poesía con el de traductor de textos del inglés al español, su otro modo de vida. Aseguró estar encantado de volver a en Almendralejo y señaló que el premio José de Espronceda a la mejor poesía se encuentra en el top ten de los concursos nacionales de esta categoría.