Las fiestas de la Piedad contarán este año con un bodeguero de honor institucional, algo que ya ocurrió en otras ediciones cuando fueron elegidos la Denominación de Origen Ribera del Guadiana o el Museo de las Ciencias del Vino. En esta ocasión recae en la Estación Enológica de Almendralejo, una entidad centenaria que está al servicio de los agricultores.

El alcalde José María Ramírez hizo este anuncio acompañado del director general de Agricultura de la Junta, Antonio Cabezas, ya que la Enológica depende la Administración regional desde 1983. No pudo estar por razones profesionales Emiliano Zamora de Alba, su presidente y un hombre que ha dirigido la institución desde 1990, siendo clave en el progreso y desarrollo de su actividad. La entrega tendrá lugar el 14 de agosto y encabezará la delegación su presidente.

«No es un reconocimiento ni a la consejería ni a la dirección general de Agricultura, sino a la labor de todos los trabajadores que trabajan en la Estación Enológica y que atienden a los agricultores de esta región», trató de dejar claro ayer Antonio Cabezas.

Recordó que esta entidad tiene una doble función. Por un lado, de vitivinicultura realizando el análisis y experimentación de las variedades de vinos que pueden proporcionar la tierra extremeña y, por otro lado, una segunda puramente enológica como instrumento al servicio de empresas y cooperativas para el análisis químico y biológico de sus vinos, colaborando también con los servicios de control de calidad y salud pública.

Historia/ Para encontrar el nacimiento de la Estación Enológica hay que remontarse a 1915 cuando la Comunidad de Labradores cede los terrenos para la construcción del edificio y la Caja Rural de Almendralejo aporta 50.000 pesetas para iniciar los trabajos. El proyecto tuvo un coste de 205.955 pesetas, siendo ejecutada la obra por Gregorio Cruz Valero, ingeniero agrario de la Estación Enológica de Villafranca del Penedés, una de las dos junto a la de Haro que nacieron antes que la de Almendralejo.

Dentro de su historia cabe destacar que fue ocupada por militares durante los años de la guerra civil y posterior posguerra, ya que tras la contienda sirvió como depósito de municiones dependientes de la Maestranza de Artillería de Madrid. La ocupación acabó en 1949, fecha en la que se devuelve la titularidad del edificio al Ministerio de Agricultura, aunque el interior estaba casi destruido.

La reconstrucción se hizo con un presupuesto de más de un millón de pesetas, siendo reinaugurado el edificio en 1958.

Otro momento clave de su historia tuvo lugar en 1983 cuando sus competencias fueron trasferidas a la Consejería de Agricultura de la Junta de Extremadura.

Destacar también que la Estación Enológica ha recibido numerosos premios a lo largo de su historia como el de Investigación José Luis Mesías, una placa al Mérito Agrario concedido por el Ministerio de Agricultura y además ha sido el primer laboratorio oficial de Extremadura con acreditación técnica otorgada por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC).