San Agustín solía defender hasta con sangre al 5º Mandamiento:"Honrarás a tu padre y a tu madre" . Hoy quedaría preñado de indignación al saber que en España en el último año se han duplicado, -de 2.000 a 4.200 -, las agresiones de hijos a padres y abuelos. Resulta escalofriante que el 40% de esos maltratos domésticos, la mayoría en familias monoparentales, lo hayan cometido chicas jóvenes en un 80% contra sus propias madres o abuelas. La alarmante realidad, indecente de por sí, es aún mas escandalosa cuando la Fiscalía de Menores , revela en su Informe Anual, que aún son muchas más las agresiones no denunciadas que las 4.200 instruidas judicialmente. Que un hijo agreda a sus padres o abuelos es algo atroz y antinatural, y así nos lo recuerda Don Alvaro de Luna , Condestable de Castilla cuando obligado sentenció, su: "-cría cuervos y te sacarán los ojos" . Dudar, y hay padres que lo hacen, de la advertencia que la policía les hacen acerca de los coqueteos de sus hijos menores con las drogas y el alcohol; tachar de maniáticos a los profesores de sus hijos díscolos, o envenenar a estos para que tomen partido, en padres separados, sólo contribuye a envalentonarlos y a empobrecerlos en valores aún más. Costará reconocerlo, pero algo tendrá que ver la severa y demoledora advertencia que la Unión Europea acaba de hacer a nuestro país en materia educativa con un abandono y fracaso escolar descorazonador. Que nuestros propios hijos nos levanten la mano, nos rememora la críptica de Pablo Neruda : "Para que nada nos separe, que nada nos una" Y aquí no hay ni entelequia, ni jacobismo.