El gobierno local y los feriantes llegaron ayer a un acuerdo, según el cual los feriantes aceptaron que los terrenos en los que se tienen que instalar con sus atracciones fuesen sorteados.

Esta decisión se adoptó después de permanecer varias horas reunidos como consecuencia de la amenaza lanzada el pasado viernes por los feriantes que se mostraron dispuestos a no acudir a las fiestas patronales, que comienzan el viernes, si el ayuntamiento no les dejaba elegir a ellos mismos dónde debían colocarse. Pero el equipo de gobierno no quería dejar que fuesen ellos los que decidiesen y propuso que los terrenos se subastasen, como así sucedió ayer tras el encuentro con el concejal de Urbanismo, Fernando Bote, el alcalde en funciones Felipe Martínez y la edil de Festejos, Paqui Lay.

Al finalizar la subasta, ambas partes expresaron su satisfacción por el acuerdo. En concreto, Bote dijo que la colación de todas las atracciones es ordenada y práctica de tal forma que facilitan el acceso y informó de que los puestos de venta de turrón y casetas de tiro seguirán en la zona prevista, rechazando así la solicitud de los feriantes, que las querían con las atracciones. El edil se comprometió, además, a que en el 2007 se estudie la retirada de la caseta infantil.