El Ayuntamiento de Almendralejo ha concretado cuáles son las condiciones o servicios que deben prestar los locales, pabellones o naves que se habiliten para alojar a los temporeros durante el período de recolección de la uva y la aceituna y lo ha hecho a través de una modificación de la ordenanza municipal que regula los campamentos y acampadas en el término municipal de la ciudad.

Según explicó ayer la concejala de los Servicios Sociales de Base, en los últimos años se ha producido "un fenómeno" con los asentamientos de estos temporeros que llegan procedentes de otros países y cuyas características han ido cambiando cada campaña. El último año se dio el caso de las denominadas naves pateras1, en las que vivieron numerosos trabajadores en "una condiciones no muy dignas", dijo. Para evitar que se repita esta situación, se ha modificado la ordenanza reguladora de los campamentos y ha incluido un nuevo artículo en el que se especifican cuáles son las condiciones mínimas de habitabilidad que deben tener estos locales o naves para alojar a personas.Deberán tener instalaciones eléctricas, de gas y térmicas para mantener una temperatura adecuada. Además, deberán estar protegidos contra incendios con extintores portátiles; tener salidas con medidas mínimas; recorridos de evacuación y alumbrado de emergencia. En cuanto a la dotación de servicios, dispondrán de lavabos, duchas y retretes con agua caliente y fría, separados por sexos a razón de uno por cada diez personas. Estas instalaciones tendrán ventilación natural o forzada al exterior; las paredes estarán alicatadas o revistadas con material de fácil limpieza y se dispondrá de sumideros en los aseos colectivos. Incluso estos servicios deberán estar conectados a la red de saneamiento público o de fosa séptica.Dichas instalaciones también tendrán un comedor y una dotación de cocinas, tendederos, instalación de abastecimiento, botiquín, dormitorios, garantizada la limpieza y han de estar en sitios no cercanos a zonas de establos, cuadras o vertederos.El ayuntamiento concederá la cédula de habitabilidad a los titulares de estos edificios siempre que cumplan con estos requisitos y solo durante el período que dure la recolección. La modificación de la ordenanza fue aprobada ayer en el pleno con el apoyo de toda la corporación. De esta forma, "se evita situaciones que a veces llegan a ser inhumanas", según señaló ayer el alcalde José María Ramírez. Entrará en vigor cuando se publique en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) y en el tablón del ayuntamiento.