Todavía sigue abierta la investigación sobre lo sucedido durante la madrugada del pasado sábado 16 de marzo cuando una persona liberó una sustancia tóxica en la discoteca Lío The Show en plena madrugada con la sala en su máximo apogeo, con cerca de 700 personas. Eso provocó que 15 de ellas, incluidas dos policías locales, sufrieran una importante intoxicación, teniendo que ser ingresadas de inmediato ocho en el hospital Tierra de Barros.

Ana Rodríguez, una almendralejense de 22 años que se encontraba en la sala y que tuvo que ser ingresada por intoxicación, ha relatado para este periódico cómo vivieron esos minutos de incertidumbre en plena discoteca: «Recuerdo que pasaba por la zona de los baños con una amiga y me dirigía fuera para salir un poco a tomar el aire. Después de pasar por esa zona, empezamos a toser y, de repente, sentimos un fuerte picor de garganta y ojos. Al principio no le dimos importancia, pero cuando volvimos a entrar empezamos a ver a más gente toser, con pañuelos en la boca y abandonando la sala. No sabíamos qué pasaba y, claro, al principio, pasas algo de miedo. Fuimos a recoger nuestras pertenencias y vimos que estaban abriendo las puertas de emergencia», relata.

Ana Rodríguez no dudó en abandonar la sala cuando vio el revuelo, aunque reconoce que la evacuación de la discoteca se produjo de manera controlada: «Nos marchamos de allí tranquilamente. Hombre, hay que tener claro que no sabíamos que estaba pasando y lo hicimos con rapidez, pero no hubo escenas de pánico ni nada de eso. Si fue un gran susto, la verdad», resalta pasados los días y en vías de superar la experiencia.

Una vez ingresada en el hospital Tierra de Barros y tras recibir oxígeno y medicación, Ana, como el resto de los siete ingresados, evolucionaron favorablemente y, al día siguiente, fueron dados de alta. Por protocolo sanitario, al ocurrir este tipo de intoxicaciones, se requiere un mínimo de 24 horas de ingreso para saber cómo reacciona la sustancia tóxica en el cuerpo de la persona.

Esta joven cree que hubo más afectados de los que se han notificado, pero entiende que cada cuerpo reacciona de una manera y la sensibilidad de cada ser humano tiene un punto distinto. «Había algunos amigos míos que tosieron y otros que tenían algo de mareos, pero en cuanto les dio el aire de fuera se les pasó y no necesitaron otro tipo de atención médica», explica.

Caso abierto

Informar también que la Policía Nacional mantiene abierta la investigación para esclarecer los hechos. De momento, no se conoce la identidad del posible autor o autores de lo sucedido, algo que incluso podría habérsele ido de las manos con la intención de fastidiar el negocio de la discoteca. De hecho, hasta el gerente de la sala, Pedro Serrano, ha reconocido que «no descartamos nada», señalando que es posible que alguien haya querido dañar su negocio.

Tampoco ha trascendido, de momento, la sustancia tóxica que afectó a las personas implicadas. Y es posible que esto no se sepa hasta dentro de unos días, pues cuando los especialistas en la materia estuvieron durante el día después analizando la sala y recogiendo muestras, ya comunicaron a los responsables que el análisis en Madrid y los resultados podrían tardar, al menos, unos quince días.