Buena parte del éxito que está cosechando en la presente temporada el equipo de Primera División masculino de la Asociación Deportiva Voleibol Almendralejo, es al proyecto que han trazado, basado en la contratación de jugadores y el técnico extranjeros.

El punto de mira del club se puso en Argentina y desde allí han llegado tres jugadores y el técnico que están aportando calidad, ilusión, esperanza y sobre todo unas sensaciones totalmente distintas a las que se conocían en Almendralejo con este deporte. Salvando la distancia y el tiempo, podemos acordarnos de otros argentinos que llegaron a la localidad y con ellos llegó la ilusión y la esperanza, Navarro Montoya, Basualdo, Silvani, lo hicieron en diciembre de 1996 para salvar, deportivamente, en aquel momento al Club de Fútbol Extremadura.

El proyecto que preside desde Almendralejo, David Carretero se empieza a montar con la contratación de Martín Cardozo, un entrenador que siempre en su país había trabajado en el voleibol femenino, pero un día le proponían volar de su Buenos Aires natal para entrenar en España. Martín Cardozo llegó la temporada pasada a Santomera, Murcia, donde trabajo hasta que llegó a Almendralejo.

En la localidad Cardozo encontraba la propuesta del club de poder contar con un compatriota suyo que había estado durante todo el verano haciendo voley playa en Cantabria. El jugador propuesto fue Ignacio Batallán, Nacho un argentino del norte del país de la provincia de Catamarca que es todo potencia y uno de los más temidos en el ataque local.

Con el técnico y el atacante quedaba por llegar un colocador y Cardozo llamó a su compañero Agustín Rodríguez, el cuarteto lo completa otro compatriota argentino que durante los dos últimos años había jugado al voleibol en Israel, Pablo Perznianko. Este llegaba fuera del presupuesto y era necesario el patrocinio de empresas para poder contar con él, ahora ese capítulo está superado pero todos buscan trabajo para poder compaginar con el voleibol.