Colectivos como el Centro de Iniciativas Turísticas, el principal propulsor, o la Asociación de Amas de Casas Nuestra Señora de la Piedad son los que más trabajan año tras año para que la tradición no se pierda. Las personas mayores son quienes más veneran el mes de las flores y las cruces, y por ese motivo en las residencias de ancianos de Nuestra Señora de la Piedad, en la calle Garganta del Jerte, y en la de Nuestra Señora de Las Mercedes en la Piedad no faltan sus cruces.

La asociación de vecinos de la barrida de La Farola también se ha sumado a la tradición y en su sede de la capilla de Nuestra Señora de la Luz las vecinas veneran la cruz para sacar en procesión a la Virgen de la Luz el día 1 de junio. Este año por primera vez la Asociación Cultural María Santísima del Rosario expone su cruz durante todo el mes.

PARTICULARES Pero esta tradición es mantenida de manera particular por muchas personas anónimas y otras que las han ido mostrando cada mes de mayo.

Una de las más populares es la cruz de Flor, en la calle Leonor Golfín, que instala su capilla, ayudada de su marido Tomás Morán y su vecina Rosa Alcántara.

Africa Pérez tiene la suya en su cortijo de la carretera de Badajoz; Juan Rosado instala otra cruz en el balcón de su casa de la calle Mérida, número 2, y Manuela Rayo Gil también tiene la suya en el número 45 de la calle Las Mercedes. Todas estas cruces pueden ser visitadas.

La denominada cruz oficial está en el patio central del palacio de Monsalud, que es adornada anualmente por personal del área de Parques y Jardines del ayuntamiento de la localidad.