Un agricultor de Aceuchal encontró ayer a primera hora de la mañana el cadáver de un hombre de nacionalidad china en el paraje conocido como Las Carboneras, a seis kilómetros de Almendralejo, en la carretera que une esta localidad y Arroyo de San Serván (BA-012).

Según pudo saber este periódico, el cadáver presentaba dos orificios en la cabeza, uno en la nuca y otro en el mentón, atribuibles a un disparo, que fue lo que le ocasionó la muerte.

La Delegación del Gobierno en Extremadura no confirmó este extremo y señaló que la Guardia Civil de Badajoz se trasladó a dicho lugar y encontró el cadáver "con lesiones en la cabeza, lo que pudo ser la causa del fallecimiento".

UNA FINCA Los agentes inspeccionaron varias horas la zona donde apareció el muerto. Junto a él se encuentra el pozo conocido como la Vereda de las Chivillas. El agricultor que lo descubrió se trasladaba a una finca para trabajar cuando cerca del camino rural observó algo sospechoso. Al acercarse comprobó que se trataba de un hombre tendido en el suelo y que estaba muerto. Inmediatamente llamó al servicio 112 para comunicar los hechos.

El fallecido tenía unos 30 años y trabajaba en el restaurante chino Palacio Pekín, en la calle Arturo Suárez Bárcenas, como repartidor de comida a domicilio.

Según sus compañeros de trabajo, estaba casado, vivía con su mujer hace tiempo en Almendralejo y tenía una hija, que se encuentra en China. Además, contaron ayer que los jueves era su día de descanso, lo que aprovechaba para viajar hasta Zafra. Allí, en otro restaurante chino llamado Pekín, participaba en partidas de juegos de azar con otros cuatro compatriotas.

Según su compañera, al terminar su turno se marchaba corriendo a la localidad segedana para jugar porque le gustaba mucho, pero desconoce si el pasado jueves se trasladó a Zafra.

COMPAÑEROS Ayer por la mañana, agentes de policía visitaron dicho establecimiento para hablar con los compañeros del fallecido, a los que les enseñaron una fotografía de este para identificarlo.

Pero, según uno de los compañeros, las magulladuras que presentaba el cadáver en la cara le impidieron reconocerlo. No obstante, confirmaron que vestía la sudadera con capucha y los vaqueros que solía utilizar. Este compañero comentó que habían llamado repetidas veces al joven, pero el móvil estaba apagado o no contestaba.

La policía también habló con el dueño del restaurante, que se mostró afectado por la noticia. El y el resto de trabajadores prestaron declaración ayer en Badajoz para esclarecer los hechos, según recoge la agencia Efe.

Según ha podido saber este diario, durante la tarde de ayer, agentes de la Guardia Civil recorrieron los establecimientos comerciales de la avenida de la Paz mostrando una fotografía del fallecido. Los agentes preguntaron en las tiendas, sin desvelar que había muerto, si conocían al joven o había estado recientemente allí. Las diligencias las lleva a cabo la Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil de Badajoz, que no tiene aún una hipótesis sobre el crimen.

Está previsto que la autopsia se lleve a cabo hoy en la capital pacense.