El ayuntamiento ha adjudicado a la empresa almendralejense Hartizza Construcciones y Proyectos la construcción de los 18 contenedores soterrados en el centro, financiados con cargo a la segunda fase del plan E.

La última junta de gobierno local aprobó el expediente de adjudicación de dicha actuación a la que se presentaron catorce empresas, que son: Tierra de Barros, Construcciones Cruzmar, Procondal, Movens Terra Omnis, Vélez Almendralejo, Cespa, Barragán Portilla, Extreservicon, Izquierdo y Caballero, Elgira y Sánchez, Urbaser y Hartizza. La mitad de ellas son firmas locales y la oferta de la adjudicataria fue la que consiguió más punto.

El presupuesto de adjudicación ha sido de 118.000 euros y el plazo de ejecución es de dos meses por lo que se estima que al finalizar el verano estos contenedores estarán listos para usarlos. En cuanto al número de trabajadores previstos que se contraten son seis.

APERTURA DE HUECO Las obras consistirán en la apertura de un hueco o fosa para instalar los contenedores que tendrán una superficie de unos tres metros cuadrados y la recogida de la basura se hará a través de un camión pluma, similar operación a la que se realiza actualmente con los contenedores de papel y vidrio. La periodicidad de la limpieza será la misma.

Los 18 contenedores estarán distribuidos en siete islas o zonas, que son la plaza La Hierba, la calle Carolina Coronado, esquina calle San José con Mártires, Méndez Núñez, Prim, San Antonio y Becerro. Cada zona tendrá un número y tipo de contenedores diferentes.

Con esta actuación, el ayuntamiento se propone poner en marcha un proyecto piloto, para seguir instalándolos más adelante en otras zonas. No obstante, no se esperará a ver el resultado y en las calles que se remodelarán y urbanizarán con el plan de inversiones de los presupuestos municipales de este año también se irán colocando este tipo de contenedores dejando construidos los huecos para tal fin, como es el caso de la plaza de la Libertad.

QUEJAS VECINALES Esta iniciativa pretende además solucionar un problema vecinal, ya que en muchas zonas donde se instalarán hasta ahora es imposible rotar los contenedores por falta de espacio y los vecinos se han quejado en reiteradas ocasiones del mal olor que provocan los mismos. Además, estéticamente son mejores que los anteriores, ya que actualmente en estas zonas hay depósitos rodeados por unas cubiertas de piedras para que no se vean.