Expertos en historia y estudiosos han expuesto los resultados de sus estudios sobre la Edad Moderna en Almendralejo y la comarca de Tierra de Barros durante este fin de semana en el marco de las segundas jornadas de historia.

La organizadora de esta edición, la Asociación Histórica de Almendralejo, en colaboración con el ayuntamiento, ha recibido 24 comunicaciones sobre esta época, que fueron difundidas en las jornadas por sus autores: seis el viernes por la tarde, otras seis el sábado por la mañana y doce el sábado por la tarde.

En ellas se han abordado asuntos como el clima, la importancia del trigo en los siglos XVI y XVII, el Marquesado de Villalba, la población de Corte de Peleas, el comercio, el patrimonio religioso, la enseñanza, las investigaciones en medicina e, incluso, los casos de brujería de la Edad Moderna.

TRES CONFERENCIAS Las comunicaciones fueron precedidas por tres conferencias principales. El primero en pronunciarla fue Antonio Miguel Linares Luján, vicedecano de Coordinación y Calidad de la Docencia de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Extremadura, quien habló de la economía de Tierra de Barros durante la Edad Moderna y el papel de la riqueza rústica colectiva.

También ofrecieron sus ponencias el director del Museo de Bellas Artes de Badajoz, Román Hernández, que abordó la retablística de Tierra de Barros, y destacó el caso de la parroquia de la Purificación de Almendralejo; y Esteban Mira Caballos, profesor del instituto Mariano Barbacid de Solana, quien analizó las minorías étnicas en la comarca en dicha época.

También se presentaron comunicaciones sobre asuntos diferentes de la Edad Moderna. Fue el caso de la de Tobías Medina Cledón, que habló sobre la presencia del artista Pedro Navia en el Museo Devocional. O el análisis de unas imágenes rodadas en Almendralejo en agosto de 1936, que detallaron Antonio Manuel Barragán Lancharro y Moisés Domínguez Núñez.

Aunque este documento era conocido, hasta ahora nadie había analizado sus imágenes, que fueron grabadas por René Brut, un cámara de la productora francesa Pathé el 16 de agosto de 1936.

Ese día pudo captar escenas en la parroquia de la Purificación, en las calles del centro y en la prisión municipal.

Barragán y Domínguez han analizado cada fotograma de este documental y expusieron sus resultados el sábado.