«La educación ha cambiado mucho a lo largo de los años, pero lo que nunca cambia es la devoción por la enseñanza». Lo dijo ayer José María Cabañas, concejal de Educación. También es profesor y entiende la satisfacción que ayer sentían sus 15 colegas de profesión que aparcaban tiza y pizarra después de décadas comprometidos con la enseñanza. Lo hacían recibiendo un bonito homenaje que propone cada año el ayuntamiento y en el que familiares y amigos de los homenajeados volvieron a llenar el renovado salón de actos del consistorio.

Quienes dan por cerrada esta etapa son: Rafael Romero, Juan Carlos González y María Rosa Hierro, del colegio Antonio Machado; Francisco Javier Elías, de San Roque; Tomás Espino, del San Francisco; Pepe Navia, Isabel Alcántara, José María Gómez y Jesús María de las Casas, del IES Carolina Coronado; José Ángel Calero, del IES Santiago Apóstol; Carmen Bazo, del colegio especial San Marcos de Includes; Antonio Carretero y Maite Mora, del Ruta de la Plata; Antonio Moreno, del IES Arroyo Harnina; y Antonia Morán, del colegio Santo Ángel.

Pepe Navia fue el encargado de representar a todos pronunciando un discurso entrañable, en el que destacó la capacidad de ser «ciudadanos cordiales» y en el que recordó sus inicios en el colegio Primo de Rivera, ahora llamado colegio Antonio Machado.

Un grupo de alumnos del colegio Montero de Espinosa y los componentes del coro Vía de la Plata amenizaron el acto con dos actuaciones musicales, también muy emotivas. Es la despedida de aquellos con los que muchos almendralejenses crecieron y aprendieron.