Saltando barreras y cumpliendo objetivos. Así ha caminado el colectivo de Aprosuba-2 durante sus 40 años de vida. No resultaba nada sencillo proyectar una residencia para usuarios dependientes, pero sí lo habían planificado como un reto prioritario. Visitaron varios centros y realizaron una especie de anteproyecto, aunque la realidad se pintaba cruda. El sueño dio un giro de 180 grados cuando una llamada del ayuntamiento abrió la posibilidad de instalar esa residencia en el albergue juvenil.

--¿Qué siente al saber que se hará realidad otro de los grandes sueños de Aprosuba?

--Personalmente es una alegría. Confiábamos en que podía llevarse a cabo, pero jamás tan rápido. Aunque hubiéramos logrado financiación para un nuevo edificio, los plazos serían más largos. Pero ahora lo tenemos en la mano y hasta cuesta creerlo.

--¿Qué le parece su ubicación y las instalaciones por dentro?

--El edificio está completamente nuevo. Tiene espacios amplios y muchísima iluminación, algo que es esencial. También mucha ventilación y todo equipado. Cumple la mayor parte de la normativa con respecto a barreras arquitectónicas y ha tenido poco uso. La ubicación es magnífica, ya que está muy cerca de nuestro centro, en una zona residencial muy buena y con un centro de salud al lado.

--Dijo el alcalde que el edificio cumple al 95% con los requisitos exigidos. ¿Qué falta?

--Obras pequeñas. Especialmente adaptar los cuartos de baño y hacer platos de ducha más amplios. También los suelos antideslizantes. El resto de dependencias casi no hay que tocarlas.

--Se habla de 20 plazas.

--Esa es la idea para que haya dos personas por habitación y resulte cómodo. Si la demanda lo exige, se puede hacer alguna habitación triple. Estamos estudiándolo.

--¿Era más un objetivo o una necesidad real?

--Sin duda, una necesidad. Es una preocupación real de los padres que tienen hijos mayores. Como todo el mundo, cada uno está arraigado donde vive. El tener que irte a una edad avanzada es difícil porque pierdes tu entorno, que no solo es la familia, sino los amigos. Hay usuarios que han tenido que marcharse a Zafra, Don Benito o Villanueva de la Serena y, aunque están relativamente cerca, no son lugares para visitar a un residente a diario. Es un alivio y muchas ventajas.

--Hablamos de una residencia para usuarios dependientes a nivel regional. ¿Quiénes tienen prioridad?

--El Sepad utiliza el sistema de puerta única para otorgar servicios. Allí llegan todas las peticiones y ellos las van derivando, pero entra en juego la zonificación y dar los recursos en el lugar más próximo a tu origen. Realmente nosotros no podemos garantizar quién entrará, pero es de suponer que la mayoría de nuestros usuarios que lo precisen irían derivados a esta residencia.

--¿Qué pasos hay que dar a continuación para su puesta en funcionamiento y cuándo se abriría?

--Lo primero que hemos hecho es solicitar una reunión con el Sepad. Acometeremos primero las reformas y elaboraremos el proyecto. Luego lo presentaremos y serán ellos quiénes nos tengan que dar luz verde para la homologación. Las subvenciones son anuales, así que hasta enero del próximo año, como mínimo, no sería factible.

--Este año se cumple el 40 aniversario de la entidad. ¿Qué están preparando?

--Estamos confeccionando un calendario de actividades donde cada mes organizaremos un evento para recordar esta fecha tan redonda y especial para nosotros.

--El Madex, el invernadero, la residencia, ¿le quedan más sueños a Aprosuba?

--Siempre quedan proyectos por hacer. Este año, por ejemplo, no nos han concedido el Programa de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) para formar profesionalmente a usuarios. Lo volveremos a demandar dentro de dos años. También trabajamos en el programa de Planificación Central a la Persona. Este proyecto contempla la idea de que el usuario sea el que decida qué es lo importante para su vida.

--Usted lleva algo más de año y medio como presidenta. ¿Qué produce más: desgaste o gratificación?

--A mí me gratifica mucho más. Los momentos buenos compensa con creces a los malos. Aunque requiera trabajo y tiempo, esto me satisface mucho. El trato, la cercanía y el cariño de ellos me dan la vida.