En lo que va de año el ayuntamiento ha cambiado unas 700 lámparas por otras de bajo consumo en unas cincuenta calles de la ciudad. Según informó ayer el delegado de este área, Pedro García, las lámparas que han sido sustituidas son de vapor de mercurio y se han colocado en su lugar "unas más eficientes" de halogenuros metálicos cerámicos o vapor de sodio de alta tensión. Además, señaló que en bastantes casos este cambio ha venido asociado por el cambio de luminaria.

Esta sustitución ha supuesto una reducción de potencia contratada, "un ahorro de 63.875 kW al año y una reducción de 18.936 kilogramos de dióxido de carbono al año en la producción de energía eléctrica". Las calles donde se han llevado a cabo estos cambios pertenecen a diversas barriadas y son, entre otras: Arroyo de la Luz, avenida San Antonio, Calvario, Ermita, Escribano, Fraile, Honda, José Luis Mesías, Judería, Lady Smith, Juan Campomanes o Eduardo Naranjo. García también destacó ayer que hay más de diez calles en las que este año se ha tenido que renovar todo el alumbrado público debido a las obras de remodelación de las mismas. Es el caso de Ortega Muñoz, Santa María de Cora, la plaza del Vendimiador, Guadalupe, Haya, o Clara Compoamor.

Por otro lado, también se han sustituido relojes analógicos y las células fotoeléctricas que marcaban el funcionamiento de los cuadros de mando del alumbrado exterior por relojes astronómicos que "hacen más preciso la puesta en marcha y desconexión de las lámparas".